Flores en la tormenta

Ayer por la noche acabé con el libro de Flores en la tormenta, de Laura Kinsale.
La historia es original y extraña, pero muy bonita y fácil de seguir. Aunque hay que decir que a veces la lectura, con tanta descripción, era un poco aburrida, y la trama, en ocasiones, lenta.

Para empezar, tenemos al duque de Jervaulx, Christian, un hombre apuesto ante el que todas las mujeres caen rendidas. Jervaulx se dedica, principalmente, a llevas una vida mundana donde las haya.
Después está Arquimedea Timms, Maddy, Niñamaddy, cuáquera, hija de un genio matemático ciego, una joven humilde y de lo más sencillo, guiada siempre por la Luz de Dios.
Christian sufre una afasia al tener que enfrentarse contra el marido de una de las muchas mujeres con las que ha estado, y, tras unos días en los que se pensaba que estaba muerto, en secreto, se le lleva a un manicomio. Desde el primer momento, se convierte en el paciente más violento y problemático del sanatorio.
El manicomio está dirigido por un primo de Maddy, que acude como enfermera al manicomio. Nada más ver a Jervaulx, al que ya conocía de una conferencia de Matemáticas, la Luz le dice que se tiene que convertir en su enfermera personal. Y así lo hace.
Entre ellos va surgiendo una especie de química, de relación más allá de ser médico y paciente.
Jervaulx no está loco, eso es algo que Maddy sabe. Su cerebro funciona perfectamente, pero lo que pasa es que Christian es como si fuera un niño pequeño, que no entiende muy bien lo que le dicen y que quiere decir lo que piensa, pero no puede.
Jervaulx, con la ayuda de Maddy, va mejorando poco a poco, y se le permite hacer salidas de vez en cuando, y entre los dos se va forjando un amor puro y tierno, dulce e intenso.

Una novela preciosa, con un toque original, porque yo, por mi parte, ya estaba harta de novelas de chico-guapo-y-malo-se-enamora-de-chica-guapa-y-buena. Este libro es un claro ejemplo de que las novelas románticas pueden ser originales y nuevas incluso cuando casi no había esperanzas de encontrar nada algo distinto.

Los personajes están muy bien definidos: Maddy es humilde y servicial, con el único objetivo de seguir la Luz. Jervaulx, un hombre desesperado por su incapacidad del habla, pero a la vez, luchador.

Recomendable al 100%